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245 1 0 _aNuevos caminos de la arquitectura latinoamericana /
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_aColección Nuevos caminos de la arquitectura
504 _aIncluye referencias bibliográficas
520 3 _aLa referencia al carácter “latino” de una cultura, es decir, al carácter derivado del de los pueblos del Lacio o de los antiguos romanos y, en ese sentido, en arquitectura, al tratamiento de las edificaciones a partir del uso de elementos clásicos o del “estilo románico”, confirió un preciso significado al término en tanto adjetivo calificativo. Una América latina sería aquella que, en su producción figurativa, se enriquecería con tal carácter y elementos, si se utilizan las palabras a partir de esa significación. El adjetivo “latinoamericano” deriva de una operación amplia y compleja. La palabra “Latinoamérica” fue concebida en Francia durante la década de 1860, como un programa integral de acción para incorporar el papel y las aspiraciones de Francia “hacia la población hispánica del nuevo mundo” (Phelan, 1995, p. 1). Así, l’Amérique latine constituye un nombre acuñado a propósito del proyecto de expansión y de conquista de mercados hacia América, que se inició con la intervención en México en 1861. En realidad, es un nombre más de ese continente a través del cual se construye una imagen europea de América como forma de su apropiación simbólica, tanto como lo fueron en épocas anteriores términos como “las Indias” en el siglo XVI o “el nuevo mundo” para los efectos de colonización del cristianismo (“América latina”). América sería latina en tanto Napoleón III recurría a una antigua voluntad de unidad de los pueblos latinos (actuales Francia, Bélgica, España y Portugal), el viejo panlatinismo de la “Europa latina” (término igualmente acuñado esos años posteriores a 1861), ante los avances de los pueblos sajones (con Inglaterra de líder) y eslavos (con Rusia a la cabeza). Hay que ubicar, entonces, el origen de la equívoca expresión, dentro del proceso de reparto de África, Asia y América durante la segunda mitad del siglo XIX.
526 _aArquitectura
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