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Introducción a la historia del arte: el siglo XVII / Madeleine Mainstone ; Rowland Mainstone

Por: Colaborador(es): Tipo de material: TextoTextoSeries Colección Introducción a la Historia del Arte Universidad de CambridgeBarcelona : Gustavo Gili, 1989Edición: Segunda ediciónDescripción: 128 páginas : ilustraciones 24 centímetrosTipo de contenido:
  • texto
Tipo de medio:
  • no mediado
Tipo de soporte:
  • volumen
ISBN:
  • 8425212383
  • 9788425212383
Tema(s): Clasificación CDD:
  • 709 M225s 1989
Contenidos parciales:
Introducción -- Escultura: representación en mármol del movimiento dinámico y la sensualidad de la carne -- Pintura: el efecto dramático de la luz -- Pintura: color y exuberancia flamenca -- Pintura: la pasión controlada por la razón -- Pintura: retratos barrocos -- Pintura: paisajes rurales, paisajes urbanos e interiores -- La arquitectura y la unificación de las artes -- La vida española en el siglo XVII.
Resumen: Sí a la historias del arte es una publicación electrónica nacida en España a fines de 2004 en defensa del dictado de la Licenciatura en Historia del Arte que, a la sazón, corría el riesgo de desaparecer de las universidades españolas. ¿Qué había ocurrido para que los estudiantes que vemos en la imagen se manifestaran frente al Guernica, desplegando la pancarta que dice “¡Sí a la historia del arte!”? Repasemos los acontecimientos. Una comisión nombrada por el Ministerio de Educación había dictaminado que no se dictarían más Historia del Arte e Historia y Ciencias de Historia de la Música como carreras universitarias de grado. No se tuvo en cuenta que en ese momento cursaban estas carreras, en una veintena de universidades, unos 16.000 alumnos, y que Historia del Arte era la especialidad más demandada de las humanidades. Tampoco se tuvo en cuenta que esta resolución se tomaba en un país desbordante de tesoros artísticos, donde se crearon museos con inversiones multimillonarias, donde el interés por las cuestiones artísticas llevó a una explosión de instituciones dedicadas a la creación, la conservación y el consumo de obras. 4 ESPACIOS Ana María Telesca Prof. Tit. Reg. de Historia del Arte Argentino I y Prof. Adj. de Teoría e Historia de la Historiografía de las Artes Plásticas, carrera de Artes, FFyL, UBA ARTES Manifestación de estudiantes españoles frente al Guernica. Unos meses después, la malhadada resolución fue anulada por un Comité de Expertos, nombrado también por el Ministerio de Educación, que decidió que Historia del Arte seguiría dictándose. “Fue un mal sueño” dijo el historiador Juan Antonio Ramírez. Vale la pena preguntarse qué llevó a los españoles a vivir esa pesadilla y qué está pasando institucionalmente con la vieja disciplina, en España y en otras universidades americanas y europeas. Se trata de un tema complejo, que está presente en las actuales discusiones académicas y que involucra enfoques teóricos e intereses institucionales. Dada la extensión de este artículo solo podemos hacer un índice de algunos hilos del debate. En general, se está de acuerdo en considerar que el estudio de la historia tradicional del arte está amenazado por la aparición en el horizonte académico de la Cultura Visual y/o de los Estudios Visuales. Una primera aproximación al tema sería distinguir qué entendemos por “Estudios Visuales” y “Cultura Visual”. En principio, diremos que los Estudios Visuales son el estudio de la Cultura Visual. Esto es en teoría, porque habitualmente suelen confundirse las dos denominaciones. El concepto de Cultura Visual fue utilizado por primera vez por la historiadora Svetlana Alpers en su libro El arte de describir. El arte holandés en el siglo XVII, editado en inglés en 1983. Su objetivo era utilizar otro método distinto al iconográfico –que se aplicaba habitualmente en la interpretación de las obras del renacimiento italiano– en el abordaje del arte holandés. Alpers distinguía una marcada diferencia entre el enfoque alegórico que prevalecía en Italia y el enfoque empírico de los Países Bajos. Recordaba que, en el norte de Europa, la visión empírica adquiría una importancia sin precedentes como herramienta de la revolución científica, y decía en la introducción de su obra: “Lo que me propongo estudiar (…) no es la historia del arte holandés, sino la cultura visual holandesa, utilizando un término que le debo a Michael Baxandall”. De este modo, Alpers citaba a su compañero –recientemente fallecido– el extraordinario autor de Painting and experience in the Fifteenth Century, libro editado en 1972. En realidad, Baxandall no utiliza los términos cultura visual sino que habla del “ojo de la época”. Citamos de la “Conclusión” de su libro las siguientes líneas: “Una sociedad desarrolla sus capacidades y costumbres distintivas, que tienen un aspecto visual, ya que el sentido de la vista es el órgano principal de la experiencia, y esas capacidades y costumbres se convierten en una parte del medio del pintor; a su vez, un estilo pictórico da acceso a las capacidades y costumbres visuales y, a través de estas, a la experiencia social específica”. El concepto de Cultura Visual supone la premisa de que no hay “un ojo inocente”, sino que la visión es una habilidad cultivada y aprendida. En este debate tienen importancia las reflexiones del teórico W. T. Mitchell quien escribió: “la visión es Artes 5 * El concepto de Cultura Visual supone la premisa de que no hay “un ojo inocente”, sino que la visión es una
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Libro Libro Juan Montalvo Sala general 709 M225in 1989 (Navegar estantería(Abre debajo)) Ej.1 Disponible 00004352
Libro Libro Juan Montalvo Sala general 709 M225in 1989 (Navegar estantería(Abre debajo)) Ej.2 Disponible 00004351

Incluye bibliografía (página 122)

Introducción -- Escultura: representación en mármol del movimiento dinámico y la sensualidad de la carne -- Pintura: el efecto dramático de la luz -- Pintura: color y exuberancia flamenca -- Pintura: la pasión controlada por la razón -- Pintura: retratos barrocos -- Pintura: paisajes rurales, paisajes urbanos e interiores -- La arquitectura y la unificación de las artes -- La vida española en el siglo XVII.

Sí a la historias del arte es una publicación electrónica nacida en España a fines de 2004 en defensa del dictado de la Licenciatura en Historia del Arte que, a la sazón, corría el riesgo de desaparecer de las universidades españolas. ¿Qué había ocurrido para que los estudiantes que vemos en la imagen se manifestaran frente al Guernica, desplegando la pancarta que dice “¡Sí a la historia del arte!”? Repasemos los acontecimientos. Una comisión nombrada por el Ministerio de Educación había dictaminado que no se dictarían más Historia del Arte e Historia y Ciencias de Historia de la Música como carreras universitarias de grado. No se tuvo en cuenta que en ese momento cursaban estas carreras, en una veintena de universidades, unos 16.000 alumnos, y que Historia del Arte era la especialidad más demandada de las humanidades. Tampoco se tuvo en cuenta que esta resolución se tomaba en un país desbordante de tesoros artísticos, donde se crearon museos con inversiones multimillonarias, donde el interés por las cuestiones artísticas llevó a una explosión de instituciones dedicadas a la creación, la conservación y el consumo de obras. 4 ESPACIOS Ana María Telesca Prof. Tit. Reg. de Historia del Arte Argentino I y Prof. Adj. de Teoría e Historia de la Historiografía de las Artes Plásticas, carrera de Artes, FFyL, UBA ARTES Manifestación de estudiantes españoles frente al Guernica. Unos meses después, la malhadada resolución fue anulada por un Comité de Expertos, nombrado también por el Ministerio de Educación, que decidió que Historia del Arte seguiría dictándose. “Fue un mal sueño” dijo el historiador Juan Antonio Ramírez. Vale la pena preguntarse qué llevó a los españoles a vivir esa pesadilla y qué está pasando institucionalmente con la vieja disciplina, en España y en otras universidades americanas y europeas. Se trata de un tema complejo, que está presente en las actuales discusiones académicas y que involucra enfoques teóricos e intereses institucionales. Dada la extensión de este artículo solo podemos hacer un índice de algunos hilos del debate. En general, se está de acuerdo en considerar que el estudio de la historia tradicional del arte está amenazado por la aparición en el horizonte académico de la Cultura Visual y/o de los Estudios Visuales. Una primera aproximación al tema sería distinguir qué entendemos por “Estudios Visuales” y “Cultura Visual”. En principio, diremos que los Estudios Visuales son el estudio de la Cultura Visual. Esto es en teoría, porque habitualmente suelen confundirse las dos denominaciones. El concepto de Cultura Visual fue utilizado por primera vez por la historiadora Svetlana Alpers en su libro El arte de describir. El arte holandés en el siglo XVII, editado en inglés en 1983. Su objetivo era utilizar otro método distinto al iconográfico –que se aplicaba habitualmente en la interpretación de las obras del renacimiento italiano– en el abordaje del arte holandés. Alpers distinguía una marcada diferencia entre el enfoque alegórico que prevalecía en Italia y el enfoque empírico de los Países Bajos. Recordaba que, en el norte de Europa, la visión empírica adquiría una importancia sin precedentes como herramienta de la revolución científica, y decía en la introducción de su obra: “Lo que me propongo estudiar (…) no es la historia del arte holandés, sino la cultura visual holandesa, utilizando un término que le debo a Michael Baxandall”. De este modo, Alpers citaba a su compañero –recientemente fallecido– el extraordinario autor de Painting and experience in the Fifteenth Century, libro editado en 1972. En realidad, Baxandall no utiliza los términos cultura visual sino que habla del “ojo de la época”. Citamos de la “Conclusión” de su libro las siguientes líneas: “Una sociedad desarrolla sus capacidades y costumbres distintivas, que tienen un aspecto visual, ya que el sentido de la vista es el órgano principal de la experiencia, y esas capacidades y costumbres se convierten en una parte del medio del pintor; a su vez, un estilo pictórico da acceso a las capacidades y costumbres visuales y, a través de estas, a la experiencia social específica”. El concepto de Cultura Visual supone la premisa de que no hay “un ojo inocente”, sino que la visión es una habilidad cultivada y aprendida. En este debate tienen importancia las reflexiones del teórico W. T. Mitchell quien escribió: “la visión es Artes 5 * El concepto de Cultura Visual supone la premisa de que no hay “un ojo inocente”, sino que la visión es una

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