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La participación de la mujer en la política y el poder en el Ecuador / IECAIM

Por: Colaborador(es): Tipo de material: TextoTextoEcuador: IECAIM; 2003Descripción: 254 páginas: Ilustraciones, gráficas; 21 cmTipo de contenido:
  • texto
Tipo de medio:
  • no mediado
Tipo de soporte:
  • volumen
Tema(s): Clasificación CDD:
  • 305.26 I221p 2003
Contenidos parciales:
1. Datos generales sobre la mujer - Situación económica de la adulta mayor - La mujer y el poder en el Ecuador - Verificación de hipótesis, conclusiones y recomendaciones.
Revisión: 1. Participación Política de Mujeres del Ecuador Luz Haro: Visión general sobre las luchas de las mujeres en el Ecuador Mi intervención intentará bosquejar una breve semblanza sobre el rol de la mujer rural en la participación política de nuestro país, ya que como todos y todas conocemos, la inequidad existente en el ámbito socio-político, entre mujeres y hombres, fue y sigue siendo una cruda y patética realidad, pese a esta larga trayectoria de esfuerzo y conquista desde las mismas mujeres, para romper esquemas y barreras impuestas por sistemas androcéntricos que influyen directa e indirectamente .Basta echar una ojeada a la historia escrita o vivencial, para darnos cuenta que en la mayoría de países y más aún, en los países latinoamericanos, las instituciones del Estado están estructuradas jerárquicamente, con presencia predominantemente masculina, miembros de un determinado grupo de poder, que responden a intereses de sus círculos inmediatos. Estos espacios de poder asignados a la esfera pública están visibilizados y relacionados con lo económico-productivo; por lo tanto, considerado de un alto valor e importancia; mientras que, al campo social se lo ubica en relación al espacio privado, dónde las mujeres desempeñan diversos roles asignados por este procedimiento, en torno a la relación doméstica, vida privada y bienestar familiar. Evidencia de la exclusión de las mujeres en las leyes existentes. Después de un siglo de lucha permanente de valiosas mujeres, recién en la Constitución Política de 1998, se introduce la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, el enfoque de género y la participación política de las mujeres con un mínimo porcentaje, debiendo continuar la lucha, para legitimar e institucionalizar poco a poco nuestro empoderamiento y accionar en el espacio socio-político. En un país como el nuestro llamado “democrático” se evidencia claramente la discriminación, no se incluye la presencia activa y real de las mujeres en la cuestión pública y política de forma espontánea ,siendo la ley reformatoria a la Ley de Elecciones, llamada Ley de cuotas la que permite y legitima la participación política de las mujeres, sin embargo, los partidos y movimientos políticos no cumplieron con la alternabilidad y secuencialidad y apenas en las últimas elecciones es donde se integran las listas con un50-50 de hombres y mujeres. Desdée los partidos y movimientos políticos predomina la visión masculina en el ejercicio del poder, colocando a partir de su apreciación y “experiencia” lo masculino como sinónimo de lo superior (poder) y lo femenino como lo inferior (sumisión). Esta subordinación se evidencia en todos los niveles, en la toma de decisiones, discursos, costumbres y rituales, dando como resultado graves repercusiones en el desarrollo integral de las mujeres. Estos mismos partidos políticos justifican la no participación política de las mujeres, argumentando que son ellas quienes no quieren integrar las listas de candidaturas y que existe falta de interés, decisión y preparación. Cabe interrogarnos cuándo les hemos preguntado a los hombres si estaban o no preparados para gobernarnos. Es evidente que la mayoría de partidos y movimientos políticos carece de estrategias deformación política y liderazgos femeninos, agudizándose mucho más en el área rural, lo cual se evidencia aún en los denominados “partidos o movimientos de izquierda. ” Desde el ejercicio de la gestión pública, el poder ejercido por los hombres orienta sus políticas, programas y proyectos excluyentes y mira a la población como homogénea o vulnerable. Un claro ejemplo práctico y real es que la gestión se dirige fundamentalmente a la obra física como: canchas deportivas o Joseph Quishpe 5to CS “2”
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Tipo de ítem Biblioteca actual Colección Signatura Copia número Estado Fecha de vencimiento Código de barras
Libro Libro Juan Montalvo Sala general Col. General 305.26 I221P 2003 (Navegar estantería(Abre debajo)) Ej.1 Disponible 00011807

Incluye índice y bibliografía

1. Datos generales sobre la mujer - Situación económica de la adulta mayor - La mujer y el poder en el Ecuador - Verificación de hipótesis, conclusiones y recomendaciones.

1. Participación Política de Mujeres del Ecuador Luz Haro: Visión general sobre las luchas de las mujeres en el Ecuador Mi intervención intentará bosquejar una breve semblanza sobre el rol de la mujer rural en la participación política de nuestro país, ya que como todos y todas conocemos, la inequidad existente en el ámbito socio-político, entre mujeres y hombres, fue y sigue siendo una cruda y patética realidad, pese a esta larga trayectoria de esfuerzo y conquista desde las mismas mujeres, para romper esquemas y barreras impuestas por sistemas androcéntricos que influyen directa e indirectamente .Basta echar una ojeada a la historia escrita o vivencial, para darnos cuenta que en la mayoría de países y más aún, en los países latinoamericanos, las instituciones del Estado están estructuradas jerárquicamente, con presencia predominantemente masculina, miembros de un determinado grupo de poder, que responden a intereses de sus círculos inmediatos. Estos espacios de poder asignados a la esfera pública están visibilizados y relacionados con lo económico-productivo; por lo tanto, considerado de un alto valor e importancia; mientras que, al campo social se lo ubica en relación al espacio privado, dónde las mujeres desempeñan diversos roles asignados por este procedimiento, en torno a la relación doméstica, vida privada y bienestar familiar. Evidencia de la exclusión de las mujeres en las leyes existentes. Después de un siglo de lucha permanente de valiosas mujeres, recién en la Constitución Política de 1998, se introduce la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, el enfoque de género y la participación política de las mujeres con un mínimo porcentaje, debiendo continuar la lucha, para legitimar e institucionalizar poco a poco nuestro empoderamiento y accionar en el espacio socio-político. En un país como el nuestro llamado “democrático” se evidencia claramente la discriminación, no se incluye la presencia activa y real de las mujeres en la cuestión pública y política de forma espontánea ,siendo la ley reformatoria a la Ley de Elecciones, llamada Ley de cuotas la que permite y legitima la participación política de las mujeres, sin embargo, los partidos y movimientos políticos no cumplieron con la alternabilidad y secuencialidad y apenas en las últimas elecciones es donde se integran las listas con un50-50 de hombres y mujeres. Desdée los partidos y movimientos políticos predomina la visión masculina en el ejercicio del poder, colocando a partir de su apreciación y “experiencia” lo masculino como sinónimo de lo superior (poder) y lo femenino como lo inferior (sumisión). Esta subordinación se evidencia en todos los niveles, en la toma de decisiones, discursos, costumbres y rituales, dando como resultado graves repercusiones en el desarrollo integral de las mujeres. Estos mismos partidos políticos justifican la no participación política de las mujeres, argumentando que son ellas quienes no quieren integrar las listas de candidaturas y que existe falta de interés, decisión y preparación. Cabe interrogarnos cuándo les hemos preguntado a los hombres si estaban o no preparados para gobernarnos. Es evidente que la mayoría de partidos y movimientos políticos carece de estrategias deformación política y liderazgos femeninos, agudizándose mucho más en el área rural, lo cual se evidencia aún en los denominados “partidos o movimientos de izquierda. ” Desde el ejercicio de la gestión pública, el poder ejercido por los hombres orienta sus políticas, programas y proyectos excluyentes y mira a la población como homogénea o vulnerable. Un claro ejemplo práctico y real es que la gestión se dirige fundamentalmente a la obra física como: canchas deportivas o Joseph Quishpe 5to CS “2”

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