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La revolución urbana / Henri Lefebvre

Por: Tipo de material: TextoTextoMadrid : Alianza Editorial, 1972Descripción: 198 páginas : ilustraciones : 18 cmTipo de contenido:
  • texto
Tipo de medio:
  • no mediado
Tipo de soporte:
  • volumen
ISBN:
  • [sin ISBN]
Tema(s): Clasificación CDD:
  • 711.4 L489r 1972
Contenidos parciales:
De la ciudad a la sociedad urbana - El campo ciego - El fenómeno urbano - Niveles y dimensiones - Mitos de lo urbano e ideologías - La forma urbana - Hacia una estrategia urbana - La ilusión urbanística - La sociedad urbana - Conclusiones.
Resumen: La idea principal de este texto es el urbanismo como disfraz del Estado y de la acción política. Este texto se publicó en el 72 por lo que refleja una crítica progresista a la modernidad, y un énfasis en lo cualitativo frente a lo cuantitativo, en lo privado de la espontaneidad, etc. Así, el Estado limita el crecimiento urbano porque solo pone énfasis en la cantidad, pero también selecciona cuantitativamente el espacio. El urbanismo tiene también un carácter social, sirve a intereses de grupos y personas, satisface ciertas necesidades. Lefebvre considera que la problemática urbana es mundial. Los mismos problemas se manifiestan en el socialismo que en el capitalismo. La sociedad urbana es una sociedad planetaria, que ocupa el planeta re-creando la naturaleza, borrada por la explotación industrial y la destrucción de los recursos naturales. Así, lo urbano no suprime las contradicciones de lo industrial. Lefebvre nos habla de “ciudad mundial”, con ella pretende explicar el hecho de una generalización del fenómeno urbano a cualquier sociedad, un desarrollo urbanístico guiado por modas de los tiempos modernos, que no tiene en cuenta las necesidades específicas de la población residente. Un efecto totalizador de lo urbano, guiado por intereses de élites políticas, estatales, que dominan este proceso, y donde el ciudadano queda excluido en la toma de decisiones de una planificación urbana que afecta a sus formas y estilos de vida, un ciudadano relegado al puesto de mero observador. Otra idea que Lefebvre pone de manifiesto es la creciente desigualdad de riqueza y poder existente entre el centro decisorio y la periferia. Así, se pone de manifiesto la complejificación de la sociedad cuando de lo rural se pasa a lo industrial y de lo industrial a lo urbano. Ésta premisa nos recuerda a los evolucionistas y la idea de que las sociedades evolucionan de formas simples a formas complejas, también podríamos advertir cierta similitud con la famosa “Ley de la evolución mediante tres estadios”. Para Lefebvre, lo urbano es cualitativamente distinto. Considera que lo urbano está en tensión/conflicto con los espacios de libertad. Hasta el momento, el espacio urbano ha tendido a representar una motivación empresarial y del Estado. Necesitamos separar la lógica empresarial de la del mercado, buscar un “deber ser” en otro lugar. La crítica que hace Lefebvre es una crítica postmoderna y su crítica al urbanismo de Estado puede inducir a una privatización en muchos ámbitos de la vida social. Así, Lefebvre apuesta por una espontaneidad, por una sociedad civil y por la autogestión. La autogestión la considera un término ambiguo porque implica un empobrecimiento de Estado, ya que se pretende que los propios municipios regulen lo que es suelo urbanizable o no, se trata de una autonomía en la gestión del suelo. Podemos decir que la autogestión es un proceso mediante el cual se desarrolla la capacidad individual o de un grupo para identificar los intereses o necesidades básicas que lo son propios y que a través de una organización permita defenderlos expresándolos con efectividad en la práctica cotidiana, basándose en una conducción autónoma y en una coordinación con los intereses y acciones de otros grupos, este concepto por su puesto que lleva implícito de planificación, democracia participativa y desarrollo sustentable.
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De la ciudad a la sociedad urbana - El campo ciego - El fenómeno urbano - Niveles y dimensiones - Mitos de lo urbano e ideologías - La forma urbana - Hacia una estrategia urbana - La ilusión urbanística - La sociedad urbana - Conclusiones.

La idea principal de este texto es el urbanismo como disfraz del Estado y de la acción política. Este texto se publicó en el 72 por lo que refleja una crítica progresista a la modernidad, y un énfasis en lo cualitativo frente a lo cuantitativo, en lo privado de la espontaneidad, etc. Así, el Estado limita el crecimiento urbano porque solo pone énfasis en la cantidad, pero también selecciona cuantitativamente el espacio. El urbanismo tiene también un carácter social, sirve a intereses de grupos y personas, satisface ciertas necesidades. Lefebvre considera que la problemática urbana es mundial. Los mismos problemas se manifiestan en el socialismo que en el capitalismo. La sociedad urbana es una sociedad planetaria, que ocupa el planeta re-creando la naturaleza, borrada por la explotación industrial y la destrucción de los recursos naturales. Así, lo urbano no suprime las contradicciones de lo industrial. Lefebvre nos habla de “ciudad mundial”, con ella pretende explicar el hecho de una generalización del fenómeno urbano a cualquier sociedad, un desarrollo urbanístico guiado por modas de los tiempos modernos, que no tiene en cuenta las necesidades específicas de la población residente. Un efecto totalizador de lo urbano, guiado por intereses de élites políticas, estatales, que dominan este proceso, y donde el ciudadano queda excluido en la toma de decisiones de una planificación urbana que afecta a sus formas y estilos de vida, un ciudadano relegado al puesto de mero observador. Otra idea que Lefebvre pone de manifiesto es la creciente desigualdad de riqueza y poder existente entre el centro decisorio y la periferia. Así, se pone de manifiesto la complejificación de la sociedad cuando de lo rural se pasa a lo industrial y de lo industrial a lo urbano. Ésta premisa nos recuerda a los evolucionistas y la idea de que las sociedades evolucionan de formas simples a formas complejas, también podríamos advertir cierta similitud con la famosa “Ley de la evolución mediante tres estadios”. Para Lefebvre, lo urbano es cualitativamente distinto. Considera que lo urbano está en tensión/conflicto con los espacios de libertad. Hasta el momento, el espacio urbano ha tendido a representar una motivación empresarial y del Estado. Necesitamos separar la lógica empresarial de la del mercado, buscar un “deber ser” en otro lugar. La crítica que hace Lefebvre es una crítica postmoderna y su crítica al urbanismo de Estado puede inducir a una privatización en muchos ámbitos de la vida social. Así, Lefebvre apuesta por una espontaneidad, por una sociedad civil y por la autogestión. La autogestión la considera un término ambiguo porque implica un empobrecimiento de Estado, ya que se pretende que los propios municipios regulen lo que es suelo urbanizable o no, se trata de una autonomía en la gestión del suelo. Podemos decir que la autogestión es un proceso mediante el cual se desarrolla la capacidad individual o de un grupo para identificar los intereses o necesidades básicas que lo son propios y que a través de una organización permita defenderlos expresándolos con efectividad en la práctica cotidiana, basándose en una conducción autónoma y en una coordinación con los intereses y acciones de otros grupos, este concepto por su puesto que lleva implícito de planificación, democracia participativa y desarrollo sustentable.

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